miércoles, 10 de marzo de 2021

El Hombre y La Mujer

 El Hombre y La Mujer

Una pugna se ha desatado en este siglo entre lo femenino y lo masculino. Tratar de dominar uno al otro, es en algunas culturas lo que marca sus vidas. No importa cuanto desgarren sus carnes, jamás ninguno triunfará. La mujer tiene el 50% que requiere un hombre para existir, el hombre posee el 50% que necesita una mujer para vivir. Lo negaran hasta la muerte, pero ahí estará por siempre ese código implantado por la naturaleza. La unión de ambos es el complemento perfecto para dar vida a otro hombre o a otra mujer. Ella es cóncavo, el es convexo. El encaje en perfecta armonía abre las compuertas a esa energía divina del universo. La mujer es suavidad infinita en su piel, es la ternura que amamanta a un nuevo ser, es la cintura divinamente moldeada que estremece al varón al mirarla en su vaivén. El hombre es la rudeza, es la fuerza bruta que domina las bestias, es el guerrero que enfrenta con coraje al enemigo. No importa cuanto luchen por demostrar que tan fuerte pueden ser,
en el universo tan solo siempre serán, el hombre y la mujer.  


jueves, 18 de junio de 2020

Engañando mis emociones

Mnemosyne: un inmersivo caleidoscopio gigante en CDMX | Dónde Ir 
Engañando mis emociones

Que rutina la del humano en una sociedad que te obliga a seguir su patrón emocional. 

Si ellos quieren llorar y tu ríes, te miran como el advenedizo fuera de contexto. Si quieren reír y tú lloras, eres un aguafiestas.

Cuando hablo conmigo en voz alta, nunca falta el tilde de enajenado. No saben que estoy en una discusión franca con la persona que mas me critica.

Me paseo por la intención de entenderte, pero eso me crea una gran fatiga. Me llena de odios y deseos fútiles.

Como disfrutan cuando se les engaña con las emociones. Tengo un máster en hipocresía. En la oficina, en la vecindad, donde estudio, en la calle, frente a mi espejo.


   
    
 

jueves, 4 de junio de 2020

Atardecer

Han pasado cincuenta años desde que mis ojos vieron por primera vez la vida,

Aún mis ojos se maravillan con un atardecer, la vista no envejece, el sentimiento no envejece. La brisa  que roza la cara después de las cuatro de la tarde, es una brisa que solo se compara con la caricia de mujer, con la caricia desprevenida de un bebe. Si en esa tarde se acercan nubes que sonríen con gotas es como un corrientazo a mi corazón. Sigo enamorado de un atardecer en la playa, sigo enamorado de un atardecer en la montaña, sigo enamorado de un atardecer en mi balcón. Estoy enamorado del atardecer en tus ojos.



Un atardecer
     
  
 
 

El Hombre y La Mujer

  El Hombre y La Mujer Una pugna se ha desatado en este siglo entre lo femenino y lo masculino. Tratar de dominar uno al otro, es en alguna...